lunes, 26 de julio de 2010

Almarza de Cameros

Hace unos días seguí mi camino recopilando estancias en los pueblos, y llegué a Almarza.


Almarza de Cameros es un pueblo del Camero Nuevo situado en un lugar intermedio entre el Valle del Iregua y el Valle del Leza, ya que está en la carretera que une ambos Cameros cruzando el Puerto de La Rasa que conecta Almarza con Muro.


Actualmente tiene 27 habitantes censados, pero en los tiempos en los que las ovejas, cabras, vacas, caballos y yeguas poblaban estos montes, Almarza llegó a los 323 habitantes (en 1831). Hoy en día el pueblo quiere ser foco del turismo rural y han habilitado 2 casas rurales.

El pueblo tiene muchas casas rehabilitadas y en especial, hay una con unas puertas azules que es un auténtico caserón. Precioso. Estaba en la calle de la iglesia, pero no había sitio para fotos.


Edificios en la plaza del pueblo:


Antes de llegar a la plaza nos invade un olor a claveles del balcón de una de las casas:


Empedrada iglesia de Almarza, dedicada a Nuestra Señora del Campillo, con su estilo característico de la Sierra de Cameros. Se encuentra junto a la plaza, delante de la fuente; y en ella se puede ver que le han añadido un pilar por fuera para sujetar un añadido a la torre donde está el reloj. También se ve el característico frontón que tienen todos los pueblos, éste en concreto tiene hasta un poco de pared izquierda para las carambolas.


En el interior del recinto de la iglesia tiene un porche muy bien conservado, unos banquitos para estar a la fresca tranquilamente y un empedrado antiguo que también se encuentra en muy buen estado.


Es un pueblo más de Cameros, sin grandes monumentos ni ricas casas, simplemente hogar de pastores trashumantes y de sus cientos de miles de ovejas merinas que siglo a siglo hicieron de estos duros montes su hogar.

Hasta otro día u otro pueblo
Marcos

lunes, 7 de junio de 2010

Brieva de Cameros

Hola a todos, vengo con un nuevo pueblo, pero esta vez no está abandonado, ni tan siquiera en invierno. Se trata de Brieva de Cameros.


Brieva de Cameros es el pueblo más occidental de la sierra del mismo nombre, está situado en el valle de un riachuelo llamado brieva, que se encuentra entre los valles de los ríos Najerilla e Iregua, cerca del monasterio de la Virgen de Valvanera.

No sólo está situado cerca del Monasterio, sino que es tan antiguo como la imagen de la Virgen, ya que según los documentos, de aquí era el hombre que se retiró a las cuevas de Anguiano y en una de sus revelaciones, vio a la Virgen metida dentro de un tronco de árbol. Más tarde, en la guerra de la Independencia, es en la iglesia donde se custodió esa imagen mientras los franceses asaltaban el Monasterio.


La iglesia, con un mercadillo medieval:


Este pueblo, al ser del Camero Nuevo, tiene sus casas rehabilitadas y goza de una buena salud, como podemos ver en las siguientes imágenes de las callejuelas empedradas:


Otra de sus calles:

La vista de la villa desde el parque del río, en la que se ve el monte bastante pelado donde en lo alto descansa, bien ventilado, el cementerio:


El parque está precioso, es un parquecillo lineal junto al río que tiene una fuente, el frontón y unos cuantos puentes para cruzar al otro lado, este es uno de ellos:



Aquí podemos ver la plaza de la villa, que al estar el pueblo en una ladera, para pasar a calles superiores es preciso subir unas escaleras preciosas, ya retorcidas por el paso de los siglos:


Y ahora viene lo bueno, que me lo tenía callado:

Este fin de semana se ha celebrado en Brieva la XI Fiesta de la Trashumancia, en la que durante 3 días, este pueblo ha sido el centro neurálgico de la sierra. Con esta fiesta se quiere reivindicar que no se pierda el oficio del pastor trashumante en las sierras riojanas. El último de estos pastores vive en este pueblo, y como desde hace siglos, cada invierno hace su peculiar peregrinación a "La Extremadura", que en este caso es la provincia de Ciudad Real.


Es por esto que el pueblo estaba tan animado. Ha sido una fiesta fantástica, se ha hecho una exhibición de Mastines, se ha esquilado a las ovejas, se ha repartido migas, y lo más notorio de la fiesta: llegó el rebaño al pueblo y pasó por medio de él tras 3 días caminando por la cañada de las 7 villas, en las sierras riojanas.


El esquileo fue impresionante. Las ovejas que iban a ser esquiladas no eran las que venían por la cañada, porque esas habían sido "peladas" en Ciudad Real, antes de la vuelta a casa, y ya se puede ver en la imagen que les ha crecido un poco el pelo, pues está algo marroncito.

En principio era un campeonato de esquile pero no vinieron los otros dos grupos, así que tuvieron que hacer la faena los tres que estaban por allí. Cada uno tenía su propio estilo y su maña a la hora de mover a la oveja, pero todos lo hacían genial. Ahora se esquila con una nueva técnica importada desde Nueva Zelanda en la que ya no se ata a la oveja, simplemente, la hacen sentar y la van moviendo para acceder a todo el cuerpo. Sin ningún tipo de daño para la oveja. Echad un vistazo al vídeo, impresiona:


Es increible que se pueda esquilar una oveja en 28 segundos, el que lo hace es Cristóbal, un chico Navarro que lleva 20 años en el oficio, y es el campeón de España, todavía lejos del campeón del mundo, un neozelandés que las esquila en... ¡17 segundos!

El pueblo actualmente tiene 59 habitantes censados, pero en verano crece como los buenos pueblos de la sierra. Aún así, en los tiempos en los que la Trashumancia era un modo de vida, allá por el siglo XVI, tenía 750; y en 1831 llegó hasta los 862. La industrialización, la caida de la Mesta, el fin de los señoríos, hicieron que la gente emigrara a América y empezase a ver que el pastoreo no era rentable.

Un típico hombre del pueblo nos enseñó a todos cómo hacían los vellones:


Al final de la tarde, cuando ya habían dado las migas y estaba a punto de comenzar el festival con música folk me tuve que ir, pero en una de estas que miras por última vez al pueblo de repente mi vista encontró la siguiente estampa del atardecer (pinchar para ampliar):


Todo el rebaño de las 700 ovejas que había pasado por medio del pueblo estaba subiendo la montaña hacia los corrales donde pasarían la noche. Sin duda una imagen para recordar.

Por último, en vez de volver por la carretera del Najerilla, quisimos volver por la del Iregua (N-111) y así atravesábamos el puerto de montaña de Canto Hincado, que se llama así por un Menhir que hay en lo alto y que, según los archivos, en 1016 fijaba las fronteras entre el Reino de Castilla y el Reino de Navarra. Estaba precioso en aquel momento:


Estos paisajes tienen que ser espectaculares en otoño cuando la Berrea del ciervo retumbe en sus montañas


Hay multitud de sendas en esta sierra que unen los pueblos por caminos de herradura y por senderos catalogados como GR y PR. Una de estas señales nos llevaba a Villoslada, Ortigosa o las Viniegras


Por último, para despedirnos del día, el sol y las montañas nos brindaron una maravillosa postal, diciéndonos: "Volved algún día"... espero que sea pronto (pinchad para ampliar)


Y a partir de aquí, comenzamos a descender el puerto hacia el otro lado, llevándonos hacia otros pueblos de Cameros de los que, sin duda, algún día hablaré.

Un saludo a todos
Espinosa



domingo, 23 de mayo de 2010

Santa María en Cameros


Santa María en Cameros es un pueblo deshabitado perteneciente al término municipal de San Román de Cameros, en la sierra del mismo nombre.

Se puede acceder a él desde San Román, a unos 3 km por el camino que parte desde el cementerio y que sigue el curso del río san román montaña arriba. El camino es bastante llano durante la mayor parte del trayecto, en el que se pueden observar algunos caballos pastando abajo, en el río, junto a pequeños saltos de agua y pozas.

También se pasa de largo un embalse artificial que da de beber o de regar a San Román y a unos 200m de llegar a nuestro destino, justo donde parece haber un antiguo puente, llegan las aguas de tres ríos:
  1. el arroyo Valdemurcia, que nace cerca de Montalbo en Cameros
  2. el arroyo San Antonio, que nace en Torre en Cameros
  3. el arroyo Antoria, que nace en el termino de Viguera
Todos ellos desembocan en ese sitio, que antiguamente era llamado "Los Arroyos" y es donde se forma oficialmente el río San Román, que a su vez, muere en la localidad del mismo nombre, junto al río Leza. Los habitantes de este pueblo bebían agua de una fuente llamada "La Costana", que estaba fuera del núcleo.

A partir de este punto, hay que salirse del camino, cruzar el arroyo y empezar a subir la escarpada loma sobre la que se encuentra Santa María, ya que el camino de carros pasaba de largo y tenía la entrada por la parte posterior, añadiendo casi un kilómetro más al camino.


Desde abajo se ve altiva la espadaña de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, edificio que todavía tiene en pie la mayoría de sus muros, no así el techo justo encima de donde otrora estaba el altar ni tampoco la entreplanta del coro.


Interior de la iglesia:


Además de la iglesia, el pueblo tenía dos ermitas, la de San Miguel, cercana al pueblo, y la de Nuestra Señora de los Remedios, situada en las eras. Hoy en día creo que estarán reducidas a cuatro muros inidentificables ya que no las encontré.

Junto a la iglesia sin embargo sigue sobreviviendo el frontón gracias a unos contrafuertes que posee por la parte trasera, donde también hay una fuente-bebedero y unos bancos. Seguramente se estaría muy fresquito en verano allí a la sombra del frontón.


En el siglo XIX, más concretamente en 1848, (gracias a Pascual Madoz), el pueblo pertenecía al partido judicial de Torrecilla de Cameros y había en Santa María 124 habitantes, repartidos en 34 casas, que estaban distribuidas en dos barrios, el barrio de Arriba y el barrio de Abajo, el barrio de arriba, al estar más protegido de la pendiente de la loma, está en mejor estado. Aquí tenemos el aspecto actual de varias de sus calles, con sus casas y pajares:



Además, en 1848 el pueblo contaba con ayuntamiento y una escuela de primeras letras a la que asistían 19 niños y 6 niñas. El correo venía desde Lumbreras de Cameros dos días a la semana por medio de balijero.

Una calle ya algo complicada por la que pasar:


Otra de las calles del barrio de arriba:


A medida que nos vamos alejando de la plaza del pueblo, donde estaba la iglesia, la fuente y el frontón y caminamos por su única calle del barrio alto, en un trozo amplio de la misma, giramos la vista para ver qué historias hemos dejado ya atrás y vemos lo siguiente:


Nos alejamos del pueblo, hacia las eras, donde todavía los árboles no han podido colonizar esos pastos que durante generaciones y siglos de señoríos han sido tan intensamente labrados. (Pinchar en la imagen para agrandarla)


Desde este punto, varios de mis acompañantes (Alberto, Sebas, Laura) se quedan descansando y otro amigo (Jay) y yo nos atrevemos a subir a lo alto del monte para ver la vista a ojo de buitre. Pero antes de dejaros con ese sabor de boca, tengo que agradecer a las personas que me acompañaron, o más bien, a las que acompañé, sin ellas llegar hasta aquí me hubiera llevado algunos meses más o quizás años. También hay que dar las gracias a nuestra querida guía, la incansable "Nesca", que se conocía el terreno a la perfección.


Nos acompañó también hasta lo alto del monte, donde ya para terminar, vimos la maravillosa vista del despoblado de Santa María en primer lugar y más allá el pueblo de San Román. Como veis, la naturaleza está intentando colonizar el pueblo, y las laderas de aquellos montes de pastores, ahora han sido repobladas con diversas variedades de árboles de hoja perenne y caduca.



En sus buenos momentos, hace 160 años, el pueblo se dedicaba, como todo Cameros, al pastoreo trashumante, tenían ovejas churras y merinas, y algunas vacas para la labranza. Por la zona también se cazaban perdices y liebres, y los arroyos daban algún que otro pez pequeño.

Al pueblo no le llegó la era industrial salvo por unos cuantos telares de paños y balletas de consumo propio, un torno de hilar para las fábricas de Soto de Cameros y un molino harinero que para entonces ya no se utilizaba.

En tiempos actuales dicen que un señor mayor rehabilitó su antigua casa en la que estaba durante los veranos, pero en invierno, unos vándalos entraron y la destrozaron, así que este hombre cuando lo vió, en un ataque de rabia, quemó su casa y el fuego se propagó por todo el pueblo, dejando el mismo tal y como está ahora.

Por último, para evocarnos viejos olores y sensaciones, me gustaría acabar con un refrán anónimo (no he conseguido encontrar al autor, aunque es reciente, así que si lees esto, por favor, ponte en contacto conmigo) que a su vez responde a un poema de Garcilaso de la Vega, y que hace referencia al pueblo de Santa María.

Marchitará la rosa el viento helado,

todo lo mudará la edad ligera,

por no hacer mudanza en su costumbre.

(Garcilaso)


La torre sepia de la iglesia, huérfana de tañidos, vencejos y cigüeñas,

parda mortaja es de ausencias y nostalgias; sus ojos espantados de silencios

son dos cuencas vacías de cielos transparentes

desde el camino viejo de San Román junto al hilo de agua

que se derrama lento por el valle, hasta llegar a enmadrarse

en la angostura maternal y antigua

del río Leza.

Subo la arriscada senda

hasta el pico de águilas buscando

las risas de los niños, las palabras de amor, los sueños,

en algún rincón del aire espesado en los bravíos cardo

que crecen silenciosos entre raídos muros calcinados

cuna de sueños, lecho de pasión, reja enamorada,

un día

hoy sólo un sabor salobre, azul y amargo de

ausencias.


Vago como perdido por calles no trazadas, entrevistas en sueños fugaces,

verdes de jaramagos, pobladas de fantasmas, ortiga

y silencios. Ando sobre abrojos de orfandad, huesos de desconsuelo

cementerios lejanos

revividos de alarmados rescoldos por el rayo vital del

recuerdo.


¿Todo lo mudará la edad ligera?

No todo, Garcilaso, amigo.


El viento helado de este pico de águilas desrosará la frágil

rosa. El niño que sueña en la cuna tendrá ya sueños oxidados

de relojes sin tiempo, desbravando tal vez manadas enloquecidas de animales

de chatarra y plástico. La reja enamorada estará en una madrugada de tedio

y oquedades destejiendo con sus dedos de escarcha y forja

el marchito bordado de amores envejecidos, que tiene un olor agrio

a sudor, orines y muerte enredado en los hilos de la trama.

Los ojos de la torre, la cuna, el lecho y la reja

son vieja arquitectura vecina de la nada.


Pero, en esta tarde de diciembre, fina y brillante

como cuchillo camino de la herida, un ángel cárdeno recoge entre sus alas

latidos de campanas, la sonrisa de un niño, el amor jadeante,

arquitectura perenne en el aire cristalizado remansada


¿Todo lo mudará la edad ligera?

Quizá, aunque presiento que en estas calles sin pasos, en estas plazas sin almas,

está viva la vida

porque las cosas huyeron asustadas del tiempo tornadizo a refugiarse

en el nido caliente del recuerdo,

en el reino inmortal de la memoria, el reino eterno

de las cosas.

San Román de Cameros, enero del 98


Y ya si que me despido, pensando ya en cual será el siguiente pueblo Camerano que visite y que comparta con todos vosotros.

Saludos
Espinosa

Bibliografía:
Diccionario de P.Madoz 1848

viernes, 14 de mayo de 2010

Introducción: Los Cameros


Hola de nuevo. Ha pasado medio año desde que abrí este blog y desde que lo dejé olvidado. Pero al igual que por todos aquellos pueblos abandonados que hay por toda la península Ibérica, un día pasó un caminante por aquí, y este blog se llenó de orgullo y un poco más de vida.

Estoy aquí de vuelta para contaros, de una manera menos impactante que la anterior, historias de esa sierra que tanto me gusta, que tanto ha significado para una región como La Rioja, y a la que tantas familias, sin saberlo u haberlo olvidado, han pertenecido.

Esa tierra es Cameros.

Cameros es una denominación coloquial de un territorio montañoso en lo que un día fue el límite sur del Reino de Pamplona, en el Sistema Ibérico, junto a las Sierras de la Demanda, la Hez y Yerga. Estaba estructurada como un feudo, gobernado por el Señor de Cameros desde el año 1040, al que pertenecían unos cuantos pueblos (en un principio 44)... pero no todos.

Se cuenta que los pueblos que estaban bajo jurisdicción y propiedad del Señor eran los que en su apellido rezaba: "de Cameros", mientas que los que ponía "en Cameros" eran pueblos o bien posteriores y libres del yugo, o bien fuera de los límites.

Cameros estaba estructurado en las faldas de dos valles, los de los ríos Iregua, al oeste, y Leza-Jubera, al Este. Entre río y río se levantaba los picos que separaban ambas partes, llamándose la occidental el Camero Nuevo y la oriental el Camero Viejo.


Más tarde, en 1176, los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho VI de Navarra, debido a las continuas disputas por el territorio, llamaron a mediar el conflicto al Rey Enrique II de Inglaterra, laudo tras el que Navarra perdió, entre otros, la comarca de Cameros.

Tras esta adquisición de Castilla, el Camero Nuevo pasó a la provincia de Burgos y el Camero Viejo a la de Soria. Esta división administrativa en dos de un territorio único con fuertes lazos entre los pueblos desató tal serie de problemas que en 1802 volvieron a ser uno bajo la jurisdicción de Soria. En 1833 se creó la nueva provincia de Logroño y se trazó el límite con Burgos y Soria justo por la línea que une los picos más altos de las sierras del sur de esta nueva provincia. La bandera de por aquel entonces era la siguiente:



A lo largo del tiempo y de las guerras, la provincia de Logroño quedó engullida casi por completo por la de Burgos, hasta que quedó estable y finalmente en 1976, con la Democracia, la provincia se separó de lo que ya era la Castilla la Vieja y se formó la nueva Comunidad Autónoma de La Rioja, tal y como la conocemos hoy en día, con la querida bandera cuatricolor y el escudo recordando las 3 flores de Lis anteriores, la Cruz de Clavijo/Santiago y el Castillo de Ambasaguas.



La historia desde aquí, todos la conocen, así que volvamos a los Cameros.

Cameros era una tierra de pastos, los habitantes vivían de la ganadería bovina, caprina y ovina y cada año hacían su peregrinación trashumante hacia la Extremadura, donde encontraban pastos verdes donde su seca tierra ya no les daba. Los inviernos en Cameros eran fríos y duros, ya que es en esta Sierra donde se juntan los tres climas, el Atlántico por el Norte, el Mediterráneo por el Este y el Continental por la Meseta Castellana, al Sur-Oeste. La familia que tenía ganado gozaba de un buen futuro, aunque duro a su vez. Los jóvenes pastores abandonaban a su familia durante meses para luego volver con la primavera a ver a sus prometidas, como cuenta la canción:

[ I ]

Ya se van los pastores

a la Extremadura;

ya se queda la sierra

triste y oscura.

Ya se van los pastores,

ya se van marchando;

más de cuatro zagalas

quedan llorando.

Ya se van los pastores

hacia la majada;

ya se queda la sierra

triste y callada.

[ II ]

Ya se van los pastores

a la Extremadura;

ya se queda la sierra

triste y oscura.

Ya se van los pastores,

ya se van marchando;

más de cuatro zagalas

quedan llorando.

Ya se van los pastores

hacia la majada;

ya se queda la sierra

triste y callada.

Lucerito que alumbras

a los vaqueros,

dale luz a mi amante,

que es uno de ellos.

Lucerito que alumbras

a los pastores,

dale luz a la prenda

de mis amores.


No me digáis que no se os ponen los pelos de punta al leerla, qué tiempos más encantadores tan duros, a su vez, y llenos de buenas historias debían ser aquellos. Desde hace tiempo, en Logroño, en el reloj del actual edificio de Ibercaja frente al Espolón, cada día a las 12:00h, suena esta melodía. Todos los días un buen hombre sube a darle cuerda, algún día contaré su historia.

Pues bien, de esos esfuerzos que hicieron aquellos pastores por resistir esas duras condiciones climáticas, hoy sólo nos quedan tres cosas: los pueblos que siguen vivos y rehabilitándose, los pueblos que se han quedado despoblados (de los que hablaré en este blog) y por último, el Queso Camerano, con denominación de Origen. Ya por los tiempos medievales de Gonzalo de Berceo se conocía este esquisito manjar fruto del esfuerzo y del trabajo de los hombres de entonces.

Unas tierras dan vino, en otras dan dineros,
En aguna Çevera, en alguantas carneros,
Fierro traen en Alava e cunnos de azeros,
Quesos dan en ofrendas por todos los Camberos.

Y con esto ya sí que me despido, esperando que ahora no muera la memoria de esta Tierra, que es lo que hoy por hoy, es lo único que pretendo

Un gran saludo a todos
Espinosa

Bibliografía: